22/11/17

McLaren y su último (decepcionante) baile con Honda

McLaren y su último (decepcionante) baile con Honda

McLaren y su último (decepcionante) baile con Honda

Después de tres años de decepciones y ni acercarse al podio una sola vez, McLaren y Honda llegan a su última carrera de Fórmula 1 juntos con el GP de Abu Dabi de 2017 de esta semana

elconfidencial.com

Se acabó. Llega el momento de la despedida. McLaren y Honda afrontan su último Gran Premio de Fórmula 1 juntos después de tres años de decepciones, desventuras, roturas de motor y enfados de diversa índole por parte de jefes, directores deportivos e incluso pilotos. Quienes firmaron el contrato entre ambas partes ya no están ni en McLaren ni en Honda. Los interesados no están y los que quedan no están interesados. Hora de pensar en otra cosa, concretamente en rombos franceses.

Curiosamente, el primer test de la unión McLaren-Honda se produjo en Abu Dabi después del primer 'shakedown' en Silverstone. En ese entonces, Stoffel Vandoorne se puso al volante de un MP4-29 de la temporada 2014 modificado a propósito para poder montar la unidad de potencia japonesa pero solo pudo dar seis vueltas en dos días. Era un primer mal presagio de los difíciles tres años que estaban por llegar. El circuito de Yas Marina servirá para que McLaren despida a Honda con los ojos puestos en 2018 y en Renault.


Una carrera sin objetivos concretos

McLaren afronta el último Gran Premio del año sin objetivos concretos. Sí, está claro que tanto Fernando Alonso como Stoffel Vandoorne querrán estar lo más arriba posible. Son pilotos y sin importar el coche en el que se sienten y el motor que les empuje, su objetivo siempre es rodar lo más rápido que la maquinaria permita y lograr el mejor resultado a su alcance. Pero, ¿y McLaren? ¿Qué objetivo puede tener un equipo McLaren que no puede usar la carrera para probar cosas para 2018 y que no opta a mejorar su posición en la clasificación de constructores? En realidad, matemáticamente hablando aún podrían alcanzar a Toro Rosso, Renault y Haas...

Pero para ello, deberían lograr un doblete o en el peor de los casos, sumar 25 puntos entre ambos pilotos. Un tercero y un quinto puesto valdrían. Incluso si se fijan solo en Haas, octavos en la general, McLaren debería lograr 15 puntos para igualarles. Total, que es imposible y el equipo de Woking tiene garantizada la novena posición —también Sauber podría superarles matemáticamente y nadie cuenta con ello— puesto que en tres años, su mejor botín de puntos en un GP ha sido de 12... y en Abu Dabi solo se logró un décimo puesto en 2016 con Alonso. En definitiva, McLaren no tiene demasiado provecho que sacar del GP salvo milagro y ni siquiera podrán usar en los test post-carrera el motor Renault, como sí se hizo con el Honda en 2014. Como dirían los franceses, "tant pis". Ya habrá tiempo más adelante.


Mucho andar para no llegar a ninguna parte

Es indudable, y negarlo sería de necios, que en Honda han trabajado como nadie para lograr que su motor estuviera a la altura de las circunstancias. Los japoneses eran los primeros interesados en lograr una unidad de potencia que pudiera propulsar a los McLaren hasta la victoria. Por el motivo que sea, eso no se logró. Es una verdadera pena, puesto que a todos los implicados les interesaba especialmente que se lograran los objetivos, más incluso de lo normal. La restauración de una leyenda, el tercer título potencial de Alonso, el crecimiento del joven Vandoorne... y la certeza de que, cuando el Honda dieran con la tecla, sería muy difícil bajarles de su trono.

Pero para reinar, lo primero era lograr un motor que diera la potencia suficiente y para alcanzar ese punto, habría que construir un motor que no se rompiera... Después de un 2015 horrendo, parecía que en 2016 las cosas iban por buen camino. A pesar de las continuas sanciones técnicas por cambios de partes del motor a lo largo del año, los resultados mejoraron y del noveno en la general en 2015 se pasó al sexto en 2016, con un final de año muy prometedor. No habría sido imposible que esta temporada McLaren hubiera sido la cuarta o quinta fuerza pero el cambio de enfoque de motor supuso un definitivo paso hacia atrás y en McLaren no tuvieron paciencia suficiente como para seguir esperando. Se acabó.

¿Y qué hay del futuro? Pues McLaren y Toro Rosso intercambiarán sus motores de cara a 2018. En Renault les interesaba más que fuera el equipo británico, quien montara sus motores, pues ven en Red Bull a un equipo interesado en dejarles de lado más pronto que tarde. Además, la teoría dice que McLaren debe ser un equipo más fiable que Toro Rosso a la hora de contrastar información con la estructura propia de Renault. En Woking tendrán un motor mejor el próximo marzo... en teoría. En Honda seguirán trabajando duro, como siempre. Y si algo queda claro es que con el sentimiento de traición que existe ahora en Japón, habrá más motivación que nunca para crear un buen producto.


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